Saber cómo funcionan las pantallas táctiles es muy importante ya que, esta tecnología se han vuelto parte de nuestras vidas y las podemos encontrar en todas partes, desde el teléfono que usamos hasta el microondas, los cajeros automáticos y los kioskos de autoservicio en el aeropuerto. De hecho, ya no es posible imaginarse un mundo sin ellas.
¿Pero cómo funciona la pantalla táctil? ¿Cómo es posible que, colocando el dedo en un lugar de la pantalla, el dispositivo en cuestión sepa que hemos tocado ahí? ¿Cómo algunas pueden distinguir entre el dedo y otro objeto? ¿Y cómo es posible que reconozcan varios dedos a la vez o el deslizamiento de estos sobre la pantalla?
Todo ello te lo explicaré a continuación.
Lo primero que debes saber, es que no hay un solo tipo de pantalla táctil, sino varios. Y la forma en que funciona cada uno es diferente. Veamos esto con más detalle.
Las pantallas táctiles resistivas poseen dos capas metálicas flexibles entre las cuales circula la corriente. Cuando el dedo toca la pantalla, ambas capas entran en contacto y se interrumpe el flujo de electricidad en el punto presionado, lo que permite al dispositivo detectar no solo la presión sino las coordenadas exactas.
Como puedes imaginar, esta tecnología táctil no permite al dispositivo distinguir el objeto que ha tocado la pantalla, ya que cualquier cosa que la toque será reconocida de la misma forma. Además, no permite las funciones de deslizamiento y multitáctil, razón por la que no es utilizada en dispositivos móviles.
Esta tecnología funciona de manera un tanto diferente. Sobre la pantalla se sitúa una capa transparente con electródos que almacena una carga eléctrica. Así, cuando el dedo la toca, parte de esa carga es transferida al cuerpo del usuario y el sistema detecta que, en ese punto, se ha producido una disminución de la corriente.
A diferencia de las resistivas, las pantallas táctiles capacitivas sí distingue el dedo humano y el lápiz, ya que estos tienen propiedades eléctricas muy particulares. Así que solo responde al contacto de estos dos objetos y de ningún otro.
Este tipo de pantallas táctiles funcionan de manera similar a las capacitivas “normales”, pero con una gran ventaja: permiten la función multitáctil y de deslizamiento. Esto es posible gracias a la lámina de vidrio con películas de electrodos incrustadas que, junto con un chip IC, crean un campo electromagnético tridimensional.
Ello le permite al dispositivo reconoce dos dedos simultáneamente y el movimiento de destilamiento sobre la pantalla. Además, la experiencia de uso es muy suave, ya que no requiere que hagamos practicamente de presión. Por este motivo, las pantallas táctiles capacitivas proyectadas son las más utilizadas en dispositivos móviles como teléfonos, tabletas y smartwatchs.
Las pantallas táctiles infrarrojas cuentan con emisores y receptores de rayos infrarrojos colocados a lo largo de los ejes X e Y de la pantalla, y cuya función es generar una matriz de luz infrarroja. Cuando el dedo se acerca lo suficiente, el haz infrarrojo se interrumpe en ambos ejes, lo que permite al dispositivo calcular con mucha presión las coordenadas del contacto.
Como básicamente lo que hacen es detectar “sombras”, estas pantallas permite la función multitáctil y de deslizamiento. Además, no exigen que se haga presión. Y puedes funcionar incluso si la pantalla está rayada. Sin embargo, tienen la desventaja de que la luz solar a veces puede afectar su funcionamiento.
Esta es una tecnología muy singular, ya que funciona con ondas de sonido. Estas ondas son inaudibles por el ser humano y se propagan por impulsos a través de la superficie de la pantalla, rebotando en unos reflectores acústicos. Por supuesto, no se transmiten en cualquier dirección: en cada momento, se transmite una onda horizontalmente y otra verticalmente.
Cuando el dedo toca la pantalla, absorbe parte de la energía acústica de la onda y los detectores situados en ambos ejes detectan una onda atenuada. Como el dispositivo conoce el tiempo de propagación de cada onda acústica, le es posible calcular la posición en que el dedo entró en contacto con la pantalla.
Estas pantallas responden al dedo, un lápiz óptico y hasta una mano enguantada. De hecho, al igual que las pantallas táctiles resistivas responden al contacto de casi cualquier cosa. Pero son aún más sensibles, ya que hasta una gota de agua puede provocar una respuesta. Y la suciedad o el polvo puede crear áreas no táctiles en la pantalla.
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Esta entrada ha sido publicada el 20/01/2021 11:30
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