Cuando contamos con una pyme, debemos buscar la mejor forma de fidelizar a nuestros clientes. Muchas personas creen que este es un proceso largo y tortuoso, y aunque en cierta medida es así, la verdad es que conociendo algunas estrategias podrás hacerlo en poco tiempo y con los mejores resultados.
Por ejemplo, es importante que conozcas al cliente, aprovechar la cercanía que este te brinda y, además, ofrecer promociones que lo atraigan. De esta manera, podrás realizar tus objetivos y conseguir que tus clientes sean tan fieles a tu marca como siempre has querido.
Conocer a los cliente
Lo primero es saber bien quiénes son nuestros consumidores o usuarios y por qué acuden a nuestra compañía”. Salvo en el caso excepcional de los pequeños comercios, esto requiere una completa base de datos en la que queden reflejadas las características de los clientes, sus hábitos de consumo y cuáles son sus gustos o preferencias.
En ocasiones, se puede hacer una encuesta de satisfacción que permita conocer algo más sobre aspectos específicos. A partir de esta información, se puede realizar una segmentación que permita enfocar mejor los objetivos del plan. Una de las divisiones más importantes es entre usuarios habituales y ocasionales.
Los esfuerzos más importantes deberían ir destinados a conservar a los habituales, pero también se puede apostar por convertir en asiduos a los ocasionales.
Aprovechar la cercanía
Las iniciativas clave son aquéllas que hacen sentir al cliente importante y escuchado o aquéllas en las que se demuestre haber entendido sus necesidades. Uno de los fallos más frecuentes que cometen las pymes al diseñar un plan de fidelización es centrarse excesivamente en los aspectos económicos, pero en la guerra de precios llevan las de perder respecto de las grandes compañías.
Donde sí tienen una ventaja que pueden explotar es en la cercanía al cliente. A la gente le gusta tener un cierto vínculo con las empresas, sentir que transmiten unos valores con los que se sienten identificados.
Una forma muy eficaz de generar este vínculo es potenciar la responsabilidad social corporativa y participar en actividades solidarias. Esto se puede hacer tanto de forma sostenida -donar a una ONG un porcentaje de las ventas- o celebrando eventos especiales cuyos beneficios vayan destinados a algún proyecto concreto.
Promociones y descuentos
Aunque conviene no sobrevalorar su importancia, las tarjetas de puntos y los cupones de descuento también son una buena forma de fidelizar clientes ofreciéndoles una rebaja en el precio del producto o servicio. Las tarjetas de puntos son más aconsejables en las empresas de mayor dimensión y en los que la frecuencia de compra sea también bastante elevada.
Para las compañías de tamaño más reducido, lo recomendable es ofrecer un bono de descuento, ya que suelen ser más fáciles de gestionar. Este tipo de ofertas son especialmente útiles para que los nuevos clientes repitan en la empresa, pero hay que intentar que la fidelización vaya más allá para evitar una dependencia excesiva de estas promociones.
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