Invertir en tecnología traerá una gran cantidad de beneficios para tu empresa; sin embargo, muchas personas siguen sin darse cuenta de ello. El quedarse atrás en este aspecto puede convertirse en un gran problema, sobre todo porque este entorno siempre es cambiante y exige innovación constante.
Si eres uno de aquellos que aún no están convencidos de invertir, aquí te decimos algunas razones por las cuales deberíamos replanteartelo.
Gestionar el ciclo tecnológico de manera eficiente
Uno de los pecados de las pymes es no ser capaces de gestionar el ciclo tecnológico, cometiendo errores por exceso (cambios no justificados en cortos espacios de tiempo) o por defecto (trabajando con tecnología obsoleta). Las pymes deben ser conscientes de que los elementos tecnológicos tienen un ciclo de vida y éste debe ser respetado, siempre que no surja algo que mejore el negocio o la cuenta de resultados y que justifique un cambio de estrategia.
Trabajar con tecnología obsoleta puede suponer una importante pérdida de eficiencia y hacer demasiados cambios, estando siempre a la última sin justificación, también, dado el coste de la curva de aprendizaje y la falta de amortización de los activos tecnológicos.
Adaptación al entorno multidispositivo
Hoy en día la información está disponible en la nube y a ella se accede a través de diferentes dispositivos. Del esquema de trabajo basado en el ordenador personal, se ha pasado a otro mucho más rico y eficiente, que permite almacenar datos en la nube y procesarlos en remoto, para servir información a trabajadores, proveedores y clientes en diferentes dispositivos como tabletas, móviles, ordenadores y otros como televisores y los basados en tecnología “weareable”.
Estos últimos, por ejemplo, los relojes inteligentes y las gafas futuristas Google Glasses, con las que se espera una revolución en el acceso a la información en algunas aplicaciones. La pyme tiene ante sí el reto de saber adaptarse y ser más eficiente gracias a este rico ecosistema de dispositivos y servicios en la nube, a través de estrategias de despliegue de procesos soportados en ellos y de otras como, por ejemplo, el BYOD.
Gestionar la formación
en el entorno de la pyme muchas veces se carece de la formación necesaria para dar el salto a una tecnología nueva que permita mejorar el negocio, lo que provoca que aparezcan el miedo y la resistencia al cambio. La gestión de la formación a todos los niveles es fundamental para poder asimilar la tecnología y adaptarla correctamente a los procesos de la organización, aprovechando toda la capacidad de los servicios y sistemas desplegados en cada uno de ellos. No hacer una buena gestión de la formación, es como comprarse un bólido de Fórmula 1 para recorrer caminos de tierra.
Más competitividad
La tecnología es necesaria y debe integrarse como una parte del negocio. Ayuda a que las pymes sean más eficientes y a que se consigan mejores resultados, por tanto, cuando se dedican recursos a tecnología deben considerarse como una inversión que permita obtener un retorno.
Invertir en una nueva solución de gestión empresarial debe servir para poder trabajar de manera coordinada y racionalizar los recursos que se dedican a esas tareas, al mismo tiempo que para acceder a la información de manera ágil y eficiente y así poder tomar buenas decisiones en los plazos que requiere cada mercado.
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