Blockchain está preparado para cambiar la tecnología de la información de la misma manera que el software de código abierto lo hizo hace un cuarto de siglo. Pero también de la misma manera que Linux tardó más de una década en convertirse en el desarrollador de aplicaciones modernas, blockchain tardará años en convertirse en una forma más económica y eficiente de compartir información entre redes abiertas y privadas.
Básicamente, blockchain representa un nuevo paradigma en la forma en que se comparte la información. Las compañías tecnológicas se apresuran a descubrir cómo pueden usar esta tecnología para ahorrar tiempo y costes de administración. En el siguiente texto te hablaremos un poco más al respecto.
¿Qué es?
Un blockchain, es esencialmente una base de datos de registros o contabilidad pública de todas las transacciones o eventos digitales que se han ejecutado y compartido entre las partes participantes. Cada una de las transferencias se queda grabada en ese libro digital. De esta manera, siempre queda constancia y la comunicación es totalmente segura.
Cada transacción se verifica por consenso de la mayoría de los participantes en el sistema. Y, una vez ingresado, la información nunca puede borrarse. Blockchain contiene un registro cierto y verificable de cada transacción que se haya realizado.
Bitcoin es el ejemplo más popular vinculado a la tecnología blockchain. También es el más controvertido, ya que ayuda a habilitar un mercado global multimillonario de transacciones anónimas sin ningún control gubernamental. Por lo tanto, tiene que tratar con una serie de cuestiones regulatorias que involucran a los gobiernos nacionales y las instituciones financieras.
Sin embargo, la tecnología blockchain en sí no es controvertida y ha funcionado sin problema a lo largo de los años que lleva funcionando. Además, se aplica con éxito tanto en aplicaciones financieras como en otros sectores.
La economía digital actual se basa en la dependencia de una cierta confianza. Nuestras transacciones online dependen de confiar en que alguien nos diga la verdad. Puede ser un proveedor de servicios de correo electrónico que nos dice que nuestro correo electrónico ha sido entregado o puede ser una red social como Facebook que nos dice que nuestras publicaciones se han compartido solo con nuestros amigos. O puede ser nuestro banco digital que nos dice que la transferencia ha sido realizada con éxito.
¿Cómo funciona?
El blockchain permite a cada propietario de monedas digitales transferir una cantidad de dinero directamente a cualquier otra parte conectada a la misma red sin la necesidad de un tercero que verifique la transacción.
Como una red de igual a igual, combinada con un servidor de sellado de tiempo distribuido, las bases de datos de blockchain se pueden gestionar de forma autónoma para intercambiar información entre partes dispares. No hay necesidad de un administrador. Los usuarios de blockchain son el administrador.
Además, las redes blockchain se pueden utilizar para “contratos inteligentes” que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones. Además, múltiples usuarios de blockchain pueden crear contratos que requieren más de un conjunto de entradas para activar una transacción. Un ejemplo pueden ser las transacciones inmobiliarias que requieren el cierre de sesión entre compradores, vendedores y sus instituciones financieras.
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