Los KPI de un negocio son los indicadores que informan cómo está funcionando la estrategia que previamente se ha planteado. Es recomendable utilizar dos o tres únicamente. Si se consigue mejorar cada uno de los KPI de cada embudo de conversión, se estará consiguiendo mejorar el objetivo final del negocio.
Vamos a ver qué son y qué significan las siglas KPI, qué ventajas ofrecen, cómo debemos elegirlos y qué ejemplos relevantes existen para un ecommerce.
¿Qué significa KPI?
Las siglas KPI hacen referencia a Key Performance Indicator, lo que se podría traducir como Indicador Clave de Rendimiento o Medidor de Desempeño. Un KPI es un valor medible que muestra la eficacia con la que un proyecto o un negocio está alcanzando los objetivos comerciales clave.
Según el Diccionario de Oxford un KPI significa: “Una medida cuantificable que se usa para evaluar el éxito de una organización, empleado, etc. en el cumplimiento de los objetivos de desempeño”. ‘Los indicadores clave de rendimiento muestran grandes mejoras y se han reducido los tiempos de entrega’.
Una vez definido y visto que significa un KPI vamos a ver sus ventajas.
Ventajas de los KPI
- Brinda la oportunidad de obtener información útil y valiosa de cualquier actividad, proyecto y sector.
- A partir de esta información nos permite realizar una medición sencilla, objetiva y fiable con la ayuda de alguna herramienta analítica.
- A raíz de la medición obtendremos datos objetivos que queremos cuantificar.
- Facilitan la localización de puntos débiles, aspectos que se deben mejorar, posibilitando aplicar acciones de mejora.
- Facilitan la localización de puntos fuertes, oportunidades que se deben potenciar.
- En definitiva, los KPI ayudan al seguimiento de las acciones del negocio y nos enseñan cómo mejorar en la toma de decisiones futuras.
Elección de los KPI
El fin último de un KPI es guiar hacia una mejor toma de decisiones del proyecto actual que se tenga con la definición de una línea de acción.
Para obtener un KPI relevante, adecuado y efectivo se debe seguir una serie de parámetros estándar que son conocidos como criterios u objetivos SMART, cinco puntos que pasamos a ver:
- Específico (Specific): lo más concreto posible.
- Medible (Measurable): para comprobar si se está cumpliendo con los objetivos marcados.
- Alcanzable (Attainable): que se trate de objetivos realizables y viables.
- Realista (Realistic): al alcance de las posibilidades del proyecto.
- Temporal (Timely): con un plazo acotado en el tiempo para su consecución.
Ejemplos relevantes de KPI para un Ecommerce
Dependiendo del tipo de estrategia que se quiera llevar a cabo para la consecución de un proyecto ecommerce, junto a los medios que se utilicen para llevarlo a cabo, se deberá utilizar unos KPI, indicadores clave de rendimiento, u otros. Veamos, a continuación, algunos KPI relevantes para la estrategia de marketing online en un ecommerce.
Ingresos
Se puede considerar a los ingresos como el principal KPI de un sitio web que se dedica a la venta por Internet. Factores como el poder de la marca, la facilidad de compra, el plazo de entrega, los gastos de envío… van a ser fundamentales y relevantes en el momento que el consumidor tome una decisión y se pueda decantar por nuestro negocio. Una de las segmentaciones que se debe hacer siempre al estudiar los ingresos y aumentarlos es su procedencia, mirando quién los aporta y desde dónde. Al identificar la procedencia, se podrán invertir más recursos para comprobar si existe una relación directa entre la inversión y el aumento de los ingresos. Por ejemplo, si los ingresos vienen procedentes de emails, sabremos que deberemos seguir invirtiendo en más emails.
Ingresos por tipo de fuente
Otro KPI de gran relevancia será los ingresos por tipo de fuente o medio. Para localizar qué tipo de fuente de tráfico es el que más conviene, en términos de retorno de la inversión, al sitio web, se deberá estudiar los datos y la información que puede proporcionar una herramienta de análisis web.
Se debe comparar los resultados que se extraigan, sacar conclusiones y determinar qué es lo que mejor funciona entre los distintos tipos de tráfico: orgánico, directo, redes sociales, campañas de Adwords, etc…
En cada tipo de tráfico podemos obtener valiosa información que nos servirá para fijar KPIs. Además de las transacciones debemos fijarnos en las visitas, los clics, porcentajes de rebote, el engagement, duración de las visitas, sesiones, etc…
Ratio de conversión
El ratio de conversión es uno de los KPI más importantes, ya que mide la calidad del trabajo de un analista web. Si se obtiene tráfico cualificado y se consigue optimizar al máximo cada una de las landing pages relevantes, se conseguirá mejorar el ratio.
Por ejemplo, en un sitio web con 2.000 visitas y un porcentaje de conversión del 1%, si el pedido medio es de 10€, se obtendrá unos ingresos de 200€, en cambio, un sitio web con 1.000 visitas y con el mismo precio medio de 10€ pero con un porcentaje de conversión del 5% obtendrá unos ingresos de 500€.
Si se logra mejorar el ratio de conversión, el propietario del negocio va a generar más ingresos y si se consiguen mejorar los ingresos, este propietario ganará más dinero.
Puedes ver el vídeo aquí:
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