Como una placa madre, una tarjeta gráfica es una placa de circuito impreso que alberga un procesador y una memoria RAM. Cuenta con un chip del sistema de entrada/salida, que almacena la configuración de la tarjeta y realiza diagnósticos en la memoria, la entrada y la salida en el arranque.
El procesador de una tarjeta gráfica, llamado unidad de procesamiento gráfico (GPU), es similar a la CPU de una computadora. Por eso muchas personas se preguntan qué tarjeta gráfica comprar. Sin embargo, una GPU está diseñada específicamente para realizar los complejos cálculos matemáticos y geométricos necesarios para la representación de los gráficos.
Algunas de las GPU más rápidas tienen más transistores que la CPU promedio. Una GPU produce mucho calor, por lo que suele estar ubicada debajo de un disipador de calor o un ventilador. Además de su potencia de procesamiento, una GPU utiliza una programación especial que le ayuda a analizar y utilizar los datos.
Hoy en día, el mercado de las GPU está saturado de cientos de tarjetas gráficas de diferentes fabricantes, pero sólo dos empresas fabrican las GPU que alimentan estos componentes: Nvidia y AMD. Así que, ¿Cuál deberías comprar, Nvidia o AMD? Todo se reducirá a tus preferencias personales.
Comprar una GPU puede ser una tarea difícil porque hay mucho que considerar, desde el tipo de monitor que usas hasta el tamaño del chasis, entre otros aspectos.
Uso de la tarjeta
Es importante que sepas el uso que le darás a tu tarjeta de video, es decir, si la usarás para juegos de alto desempeño, para diseño, para producción de video o para realizar modelado en 3D. Esto es una de las diferencias entre tarjetas gráficas más importantes pues teniendo en cuenta el uso que le darás puedes filtrar entre la gama de tarjetas disponibles para cada actividad.
Tamaño y conectividad
Hoy en día hay dos conectores de 8 pines, que deberían bastar para casi cualquier GPU moderna.
Mientras que las tarjetas más grandes a menudo se enfrían mejor y funcionan de manera más silenciosa que las pequeñas, hay muchas carcasas que por su sus dimensiones, no se ajustan a las tarjetas gráficas más grandes.
Las tarjetas grandes no son sólo del tamaño, el peso es otro factor a tener en cuenta. Si todos los demás elementos son iguales (aunque raramente lo son), una más pesada a menudo funcionará mejor. Esto se debe a que los materiales suelen conducir mejor el calor, permitiendo una mejor disipación del calor: los disipadores de cobre son mejores que los de aluminio, por ejemplo, pero el cobre pesa más.
Es por ello que una tarjeta pesada a menudo ejercerá una presión adicional sobre la ranura del PCIe, y en casos extremos podría incluso causar que el metal de la ranura de expansión de la carcasa se venza y se doble.
Por esta razón es importante considerar la posibilidad de comprar un soporte para tarjetas gráficas si tu GPU pesa más de un par de libras, o bien conseguir una carcasa en la que las tarjetas gráficas queden verticalmente. Aunque no son muchas, estas diferencias entre tarjetas gráficas puede suponer un aumento en el coste de la misma.
De forma similar, comprueba las salidas de vídeo de cualquier tarjeta que estés considerando, especialmente si ejecutas una configuración de doble monitor. Casi todas las tarjetas gráficas tienen al menos un DisplayPort y un conector HDMI, pero todo lo demás depende del fabricante.
Velocidades de reloj, enfriamiento y ruido
Esta tarjeta es bastante buena, tiene ventiladores que producen un buen enfriamiento, sin embargo el ruido podría ser un poco mayor dado el tamaño de sus ventiladores.
La velocidad de los relojes es importante, pero a menudo la diferencia de rendimiento entre los modelos nuevos es mínima.
Otro aspecto a considerar, es el enfriamiento en los niveles de ruido. Los ventiladores son a menudo las tarjetas más ruidosas del mercado, pero también expulsan más rápido el calor de la carcasa.
Ancho de banda
Se dice que cuanto mayor sea la memoria de la tarjeta gráfica, mejor será el rendimiento , la realidad es que no es así. A menos que se utilice con resoluciones ultra altas, como 4K o con múltiples monitores a tope. Sin embargo, la capacidad de memoria RAM no hará mucha diferencia.
Además, la mayoría de las tarjetas gráficas de gama alta vienen con una gran cantidad de memoria por defecto.
Además de lo anterior, es importante prestar atención al ancho de banda. Los datos listos para ser procesados por la GPU suelen almacenarse en la memoria dedicada de la propia tarjeta, llamada GDDR3 y GDDR5. Ten en cuenta que la memoria GDDR5 proporciona el doble de ancho de banda que la GDDR3 cronometrada a la misma velocidad.
Dado que el ancho de banda de la memoria es un determinante importante del rendimiento, es mejor elegir GDDR5 para un mejor rendimiento. De hecho, 1 GB de GDDR5 es más preferible que 4 GB de GDDR3, en lo que respecta al rendimiento.
Garantía y soporte
Es importante saber si una compañía te ofrece el servicio de soporte técnico o una garantía al comprar su producto. El periodo de garantía depende del fabricante. Algunos ofrecen un tiempo de dos años, otros de tres o cuatro años, y otros, como EVGA, ofrecen un programa de aumento de garantía (pero sólo por un tiempo limitado).
El servicio y el soporte son un aspecto más complejo de evaluar, dado que hoy en día es posible utilizar los controladores AMD o Nvidia, el soporte al cliente ya no es una opción. Pero, ¿Qué sucede si la tarjeta gráfica falla?, ¿Ofrecerá la compañía un reemplazo o una devolución? En este caso lo mejor sería investigar con los fabricantes antes de comprar la tarjeta.
Estética
Para muchos, esta es la menor de las prioridades, pero para otros podría ser una consideración importante. ¿Quieres iluminar tu equipo con luz RGB?. La estética abarca muchos aspectos, desde la iluminación, hasta los colores y el estilo. Si estás construyendo una PC temática, probablemente se tomen en cuenta los tres puntos.
Primero, está la iluminación. Algunas tarjetas sólo tienen un logotipo de un solo color (por ejemplo, el logotipo verde de GeForce en muchos modelos de Nvidia). Otras pueden tener un logo RGB, o ventiladores de RGB, o ambos.
Sin embargo, si se requiere poder ajustar los colores, probablemente se necesite el software del fabricante, y debido a que existen tantas opciones para la iluminación RGB, es útil hacer coincidir la marca de tu tarjeta gráfica con la de tu placa madre.
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