Vivimos en un tiempo en que todo el mundo sabe de todo. O al menos así lo parece. Cada vez que salta un tema nuevo, todos tienen algo que opinar. Esta es, obviamente, una de las ventajas de internet, la tecnología y la globalización. Sin embargo, gracias a ello también se corre el riesgo de divulgar algo de lo que no tenemos ninguna certeza.
Es también un tiempo en que la gente se cree todo lo que pasan por la televisión. Los noticiarios nos atormentan con noticias a toda hora. Aún así, seguro has notado que algunos tópicos caen en un agujero negro. Nadie los menciona, y desaparecen del panorama mundial como si fueran una mala serie.
Para contrarrestar este efecto “triángulo de las Bermudas” apareció el periodismo ciudadano. Cualquier persona con un teléfono y conexión a internet podía reportar lo que estaba pasando ante sus ojos. Sobre todo si se trata de una de esas historias que no interesan a las grandes compañías ni a los gobiernos. Pero no fue suficiente.
Fue entonces cuando algunos decidieron ir un poco más lejos. ¿Te has dado cuenta de que aquellas cosas que se quiere mantener en secreto son las que más rápido se esparcen? Ése es el espíritu de WikiLeaks.
Del inglés leak, que en castellano sería fuga, filtración, y el hawaiano Wiki, relativo a los sitios en que los usuarios crean, comparten, y modifican contenidos de una web. A pesar de su nombre, Wikileaks no es una wiki en el sentido estricto de la palabra. Porque aunque su objetivo es compartir la información, no está disponible para que los usuarios la modifiquen o eliminen.
Seguramente has escuchado el nombre WikiLeaks vinculado a muchos escándalos que involucran gobiernos alrededor de todo el mundo. Y eso es porque se trata de una organización internacional sin ánimo de lucro, encargada de revelar en su web documentos filtrados que ponen en jaque a gobiernos, empresas, e instituciones. Parte de su popularidad entre quienes envían la documentación sensible, la debe a que protege el anonimato de las fuentes.
Como debes haber visto en muchas noticias, el creador de WikiLeaks fue Julian Assange. La primera estocada de esta plataforma la recibió el gobierno norteamericano. Se trataba de la divulgación del manual de la Armada de Estados Unidos para soldados a cargo de prisioneros en Guantánamo. Esto ocurrió en diciembre de 2007, y desde entonces no ha parado de llover.
Es probable que recuerdes el momento en que WikiLeaks se hizo célebre. Fue en julio de 2010, cuando salieron a la luz documentos clasificados sobre las operaciones militares de EEUU en Afganistán. Finalmente se supo que la fuente fue el soldado Bradley, hoy Chelsea Manning.
En su afán de poner al descubierto toda la información, WikiLeaks y Assange se ganaron los peores enemigos de la historia. Empezando por el gobierno norteamericano, la plataforma fue poniendo en evidencia muchos de los enredos de la política internacional y la religión. Como imaginarás la suerte estaba echada. Y la cacería internacional no se detuvo hasta la detención de Assange.
A pesar de las alabanzas, WikiLeaks ha recibido también muchas críticas. El tema de la privacidad afectó a muchos. Como es el caso de los emails de la aspirante a presidenta Hillary Clinton.
Si eres de los que prefieren la verdad a toda costa, WikiLeaks es tu heroína. Pero si crees que un poco de misterio ayuda en ocasiones a mantener el equilibrio, te habrás convertido en un detractor. Y si te ha gustado el post, haz que llegue a más gente. A fin de cuentas, esta es una información que nos viene bien a todos.
Esta entrada ha sido publicada el 11/11/2020 11:30
En el mundo del desarrollo web, jQuery se ha convertido en una herramienta esencial para… Leer más
Si eres como la mayoría de las personas, es probable que confíes en tu conexión… Leer más
En la era digital actual, nuestros dispositivos móviles se han convertido en una parte integral… Leer más